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Érase una vez una castaña que crecía fuerte y sana en lo alto de un castaño.
Un día, con la llegada del otoño, el viento comenzó a soplar y a soplar.
Tan fuerte sopló que hizo que la castaña cayera desde allí arriba.
La castaña se golpeó con algo duro y escuchó un grito tremendo:
- ¡Ay!, a ver si tenéis más cuidado castañas. ¡Qué mal educadas sois!, siempre os estáis tirando como locas encima de los que estamos en el suelo.
La castaña se quedó un poco sorprendida, además no lo había hecho a propósito. Así que decidió pedir perdón y saber a quién había hecho un pequeño chichón sin querer.
- Perdone usted pero no ha sido culpa mía caer de esta manera. El viento de otoño comenzó a soplar mientras yo estaba en lo alto de mi árbol y no pude agarrarme con más fuerza a las ramas, así que me caí. Perdóneme, espero no haberle hecho mucho daño.
- ¡Bueno, bueno, está bien!, pero haber si os enseñan ahí arriba a caer más despacito.
La castaña se fijó mejor en el ser que le estaba hablando. Parecía una castaña gigante de color naranja, más redondita y con alguna que otra raya.
- Usted es una castaña un poco rara, ¡no!. Nunca había visto una castaña tan grande y anaranjada.
- ¡Yo una castaña!, te crees que soy una castaña canija como tú. ¡No, no, no!, yo soy una calabaza.
- ¡Una calabaza!, y ¿para qué sirve una calabaza?
- Pero bueno, ¿es qué no sabéis nada? Conmigo se puede hacer una sopa riquísima, la sopa de calabaza y unos pasteles deliciosos, los pasteles de calabaza; pero sobre todo soy muy importante en una fiesta, la fiesta de Halloween. Nos usan a nosotras las calabazas para adornar las ventanas de las casas haciendo caras terroríficas en nuestra piel. Pero he tenido mala suerte, este año he salido tarde de la tierra y me he perdido la fiesta de Halloween.
- No estés triste calabaza, vamos a pensar algo. ¡Ya está, ya lo tengo!, resulta que en otoño también se celebra ¡mi fiesta!, la fiesta de la castaña. ¡Estás invitada!
Así las nuevas amigas se dirigieron al campo con sus familias y amigos para disfrutar de un día divertido comiendo "CALBOTES" o lo que es lo mismo: CASTAÑAS ASADAS.
Y colorín colorado dejamos este cuento para tomar un bocado.
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